Árboles cuyanos

Síntesis de un libro escrito por un investigador mendocino que estudia todo lo relacionado con Mendoza y sus árboles.

Esta nota es una crónica del libro Silvicultura Urbana II. Árboles apropiados para la provincia de Mendoza. Del Ing. Agr. Antonio D. Dalmasso. Publicado en el Boletín de Extensión Científica del Instituto Argentino de Investigaciones de las zonas Áridas (Iadiza), Conicet-Mendoza.



Mendoza es una provincia pobre en especies arbóreas autóctonas, por lo que la introducción de especies exóticas ha contribuido notablemente a la riqueza forestal local.

Este pequeño libro se propone rescatar el comportamiento de especies nativas o exóticas que muestran una gran adaptación en distintas áreas geográficas de la provincia. Se busca dar respuesta a la selección de especies en condiciones muy difíciles para arbolar.

“Arbolar es la acción de establecer árboles individuales o en conjunto, con fines de protección, estéticos, utilitarios, etc., e intentando mejorar las condiciones ambientales del área donde vivimos y la calidad de vida”.

“El arbolado constituye parte importante de la vida humana, en las áreas urbanas contribuyen lugares de esparcimiento, acumulación de carbono y captación de contaminantes atmosféricos”.

En el libro se dan recomendaciones sobre la plantación de árboles en sus distintos usos: cortinas forestales, arbolado de rutas, el establecimiento de árboles en casas de campo o puestos ganaderos.

De acuerdo con las características geomorfológicas y de suelo en la provincia, se dan sugerencias de especies rústicas a utilizar para el éxito de la plantación.

Para la distribución geográfica de las especies arbóreas recomendadas se tuvo en consideración la clásica zonificación geomorfológica de Capitanelli, 1972.

Numerosas son las situaciones en las que se refleja la relación árbol-hombre, entre las que se pueden mencionar:

• El arbolado de barrios y nuevos asentamientos en condiciones limitantes de suelo,
• Parquizaciones con leñosas no tradicionales en condiciones de escasez del recurso hídrico, que exigen una rigurosa selección de las especies a utilizar. Es el caso de la jardinería de las zonas áridas (xerojardinería),
• Arbolado de márgenes de rutas, ya sea con plantas en línea o agrupadas en bosquetes,
• Uso del árbol como protector de la vivienda, productor de forraje, proveedor de sombra, para cercado perimetral, herramientas, etc., por los habitantes del árido,
• Establecimiento de bosquecillos leñeros en los alrededores de las casas de campo, lo que representa un importante recurso energético (dendroenergía).

Con esta contribución se pretende:

• Valorizar la arborización en cuanto crea condiciones micro-ambientales para mejorar la calidad de vida.
• Promover el uso del árbol en la zona árida.
• Incentivar la plantación de árboles con diversos fines: recreativos, de protección, de usos, etc.
• Valorizar la participación ciudadana en la conservación del árbol y su entorno.
• Procurar el empleo de especies apropiadas en las áreas críticas y la aplicación de las tecnologías apropiadas.

Entendemos por especies apropiadas a aquellas, nativas o exóticas, que por sus características de rusticidad a los distintos factores limitantes se adaptan a las condiciones ambientales de determinados sitios.

 Entre los factores ambientales a tener en cuenta se destacan: el relieve (exposición, pendiente, altitud), el suelo (textura, profundidad, salinidad, falta de drenaje) y el clima (amplitud térmica diaria y anual, régimen de precipitaciones, vientos, etc.).

Para trabajar con las especies apropiadas se recurre al uso de tecnologías adecuadas, tecnologías blandas o de bajo requerimiento energético.

Esta publicación significa un clásico en su género, pone de manifiesto en forma teórica y práctica, un verdadero manual de qué, cómo y dónde plantar en forma más conveniente en los distintos ambientes de Mendoza.


Fuente: Diario Los Andes.  30 de Abril de 2011.  Ver fuente: http://www.losandes.com.ar/notas/2011/4/30/arboles-cuyanos-565256.asp