2011/05/18

El Yaguareté en la Argentina (panthera onca)




"La Verdadera Fiera" en Guaraní, Rey de las selvas tropicales y subtropicales de América, es el mayor félido del continente y el tercero del mundo. Estupendo nadador, caminante incansable y poderoso cazador, puede recorrer enormes distancias en una sola noche, y ni siquiera los caudalosos ríos Iguazú, Paraná o Bermejo pueden cortarle el paso.

Su capacidad de adaptación le permite vivir tanto en la selva mas espesa como en sabanas abiertas, zonas anegadas y hasta desérticas. Si bien prefiere las grandes presas como pecaríes, jóvenes tapires, corzuelas y pacas, también devora lagartos, caimanes y serpientes, pequeños roedores y hasta aves menores, captura animales netamente arborícolas como los monos, pesca en ríos y arroyos y, en ocasiones, come algún fruto.

Frecuenta todos los ambientes que se le presenten, bosques cerrados, tacuarales, picadas, caminos y gusta de la cercanía del agua, por lo que suele encontrárselo en costas fluviales, esteros y/o bañados, sin embargo, su inmensa adaptabilidad le permite vivir en lugares tan secos e inhóspitos como el chaco seco, donde el agua es el bien más escaso y en muchas zonas, prácticamente inexistente.

El Yaguareté es un morador solitario. No existen datos suficientes que determinen el tamaño de su territorio ni cómo lo delimita, pero se estima que en un ambiente rico en biodiversidad como la Selva Misionera, un macho adulto necesita aproximadamente 10.000 hectáreas para vivir, que puede compartir con más de una hembra. Vive solo, ya que los individuos de ambos sexos se juntan por períodos más o menos prolongados únicamente durante la época se celo. En algunos casos parece señalar su territorio mediante rugidos y también lo hace con excrementos o arañando los troncos de los árboles.

Se han encontrado además animales viejos en lugares alejados de su área normal, y se supone que pueden haber sido desplazados por machos jóvenes y últimamente, por el feroz avance de los desmontes que lo deja sin hábitat, cono es el caso de dos ejemplares en 2.004, uno muerto en Puerto Libertad (Misiones) en plena ciudad y otro capturado vivo en Guaycolec (Formosa) en perfecto estado de salud.

El único competidor natural importante que tiene es el Puma (Puma concolor), con quien comparte la mayoría de las zonas donde habita y persiguen presas similares; sin embargo, se cree que reducen su competencia dividiéndose el hábitat. En algunas regiones el Yaguareté suele ocupar las zonas más húmedas y el Puma las más secas, además este último suele ser de hábitos casi exclusivamente nocturnos, mientras que el Yaguareté suele estar activo las dos terceras partes del día y tiene períodos de actividad y descanso bastante definidos, pero en zonas donde la amenaza humana es más intensa, la actividad nocturna tiende a incrementarse. Asimismo, los pumas suelen frecuentar los alrededores de asentamientos humanos, mientras que el Jaguar los evita, aunque esto no puede tomarse como una regla fija e inamovible.

Se ha escrito mucho sobre combates entre Yaguaretés y Osos hormigueros, y también suele decirse que el félido tiene que batirse en retirada ante la acometida de una manada de Chanchos de monte; pero probablemente estas historias se basan en hechos aislados, cuyo relato pasa, más o menos aumentado, de boca en boca y de libro en libro (Cabrera y Yepes, 1960). Hemos recogido relatos al respecto en todas las regiones tigreras de la Argentina, pero ninguna evidencia concreta hasta el momento.

Fuente: Red Yaguareté.  Ver fuente: http://www.redyaguarete.org.ar/index.html

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