2011/04/11

Desmonte de Bosque Nativo en la provincia de Entre Ríos (Argentina)


El costo de un desarrollo arcaico

Por el desmonte del bosque nativo, Entre Ríos se encuentra en una situación casi límite, agónica. La dirigencia política y empresarial debe decidir si desean liderar la transición hacia nuevos parámetros de desarrollo global o prefieren continuar avalando la sobreexplotación de los activos sociales y ambientales en beneficio de una minoría

Son numerosos los estudios que exponen las diferentes influencias negativas que tiene el modelo económico arcaico y depredador que todavía predomina en el campo entrerriano, principalmente por la soja, la concentración de la tierra y el monocultivo de exóticas.

Un porcentaje elevado y sensible del monte nativo entrerriano ya ha sido consumido, lo mismo que se han contaminado grandes recursos hídricos. Con un agravante, estas prácticas destruyen la biodiversidad, perjudican los servicios ambientales, generan conflictos sociales, empobrecen la cultura, marginan a las poblaciones de colonos (pequeños y medianos productores) y agravan el calentamiento global.

Este sistema no privilegia a las economías regionales ni al pequeño y mediano productor, sino que protege las grandes ganancias financieras de un pequeño grupo, con la consecuencia de pérdidas y perjuicios para la sociedad en general.

La deforestación que se está produciendo deja como saldo suelos degradados, desempleo, concentración agraria, éxodo rural, miseria urbana y, por supuesto, el fin de los montes nativos y de los recursos naturales disponibles.

De todos los subsidios y programas de ayuda al sector agropecuario ¿qué porcentaje se destina a la recuperación de tierras degradadas? La respuesta es preocupante: cero.

Los pequeños y medianos productores entrerrianos quieren empleo, renta y acceso a bienes de consumo. Pero lo quieren con seguridad ambiental, y con una visión a largo plazo para crear las condiciones que permita dar un salto civilizatorio indeclinable.

Se está en una situación límite y se requiere hacer una elección clara: liderar una transición que convierta a Entre Ríos en una referencia de desarrollo, o seguir produciendo con tecnología de avanzada pero con sistemas arcaicos.

Las herramientas para dar ese salto cualitativo existen y están al alcance de todos. Por eso, Entre Ríos es una candidata natural para navegar el futuro, pero no puede seguir rehén de los salvavidas de plomo que implica el desmonte, la desforestación, la extranjerización de la tierra y la concentración de la renta agraria. Y tiene otro elemento positivo: posee excepcionales recursos naturales y una excepcional diversidad social y cultural en el campo como en la ciudad.

En el pasado, esta opción ya fue utilizada con resultados positivos y de crecimiento. Un ejemplo de ello lo constituyen las corrientes inmigratorias que se hicieron raíz en los distintos departamentos. Fueron pequeños y medianos productores, que a su vez generaron en las ciudades innumerables organizaciones de la sociedad civil, que derivaron en servicios públicos de excelencia. Escuelas, bibliotecas, cooperativas, asociaciones intermedias dan ejemplo de ello.

El cambio es posible y viable. Así lo enseña la historia. La opción ahora es de aquellos que tienen mucho poder en el proceso decisorio de la provincia para impulsar políticas integrales, es decir, gobernantes y los sectores empresariales de peso. 

Fuente: Diario El Argentino. 11 de Abril de 2011.  Ver fuente: http://www.diarioelargentino.com.ar/noticias/89916/el-costo-de-un-desarrollo-arcaico

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