2009/12/05

La provincia de Córdoba es la que más destruyó bosques en Argentina

Córdoba (Argentina), 7 de marzo de 2005.

La Fundación para la defensa del ambiente (FUNAM), una organización miembro de la RENACE, denunció que la provincia de Córdoba “es la provincia que tiene la más alta tasa de destrucción de bosques nativos de Argentina: -2, 93 % anual para el período 1998-2002, superior incluso a las tasas de la provincia de Santiago del Estero (-1,18 % anual para 1998-2002), de Salta (-0,69 anual para 1998-2002), de Tucumán (-0,68% anual para 1998-2002), de Chaco (-0,57% anual para 1998-2002) y la de Jujuy (0,16% anual para 1998-2002).

El Dr. Raúl Montenegro agregó que la tasa cordobesa de deforestación “supera además la tasa mundial, que es de -0,23% anual para el período 1990-2000, y la de Africa, que fue de -0,78% anual para 1999-2000. En los últimos años se desmontó en Córdoba el equivalente a 67 canchas de fútbol por día, una cifra aterradora”. Todos estos datos pertenecen al estudio publicado por la Dirección de Bosques de la Nación, de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sostenible, en diciembre de 2004 (ver abajo la referencia bibliográfica con sus autores).

Pese a esta realidad, que FUNAM calificó de dramática”, el gobierno de José Manuel de la Sota habilitó hace apenas dos semanas el desmonte de bosque nativo para la instalación de explotaciones agropecuarias. La iniciativa, impulsada por el presidente de la Agencia Córdoba Ambiente, Sergio Nirich, “se acordó con las grandes corporaciones agropecuarias, con Cartez, Coninagro y las sociedades rurales de Jesús María, Deán Funes, Cruz del Eje y Villa Dolores, pero no se consultó ni a las entidades ambientalistas, ni a las universidades. Como resultado de esta decisión inconsulta los productores podrán desmontar hasta el 70 % de los bosques nativos para criar ganado”, indicó el Biólogo Raúl Montenegro. Agregó que “un siglo atrás el 60% de la superficie provincial, unas 10 millones de hectáreas, estaba cubierta por bosques. Hoy solo queda del 12 al 13% de esa superficie original. En menos de un siglo Córdoba perdió más del 87% de sus bosques nativos. La pérdida ha sido muy grave en las sierras, donde apenas queda el 2% de la superficie boscosa original. De los bosques chaqueños de llanura, en tanto, solo sobrevivió el 8% de la superficie original. Era urgente prohibir todos los desmontes, pero el gobierno, en cambio, decidió permitirlos”.

El Dr. Raúl Montenegro, que recibió el Premio Nóbel Alternativo en diciembre del año pasado en el Parlamento Sueco, calificó la reciente decisión del gobierno de Córdoba como “irracional, sin base técnica, y sometida a los intereses de las grandes corporaciones agropecuarias. Este es el golpe de gracia para los escasos bosques chaqueños intactos que todavía quedan en la provincia”. Recordó que en Córdoba ”había hasta un siglo dos ambientes naturales de bosque nativo, el Chaqueño y el Espinal. El sorgo primero y la soja después hicieron desaparecer la mayor parte del bosque del Espinal. Ahora le toca el turno a los últimos bosques chaqueños serranos y de llanura”. Tras criticar duramente a la Agencia Córdoba Ambiente indicó que sus funcionarios “no se dan cuenta o no quieren hacerlo que los bosques nativos de la provincia son las únicas fábricas de suelo, de agua y de clima, y que sin ellos no hay estabilidad posible, ni tampoco turismo.

La mayor parte de los ríos que proveen de agua a la provincia tienen sus nacientes en la zona serrana, donde el desmonte, los incendios y la edificación reducen en forma alarmante la superficie del bosque nativo”. Montenegro sostuvo, que las sierras “son verdaderas esponjas hechas a base de vegetación, suelo y masas graníticas muy resquebrajadas. Si se destruyen esas esponjas naturales entra en grave crisis la provisión de agua dulce. Sin vegetación nativa disminuye abruptamente la infiltración de agua de lluvia, sin infiltración no hay vertientes permanentes, y sin vertientes no hay ríos que tengan agua todo el año.

Las sierras están dejando de ser las ‘esponjas’ que todos necesitamos para transformarse en autopistas de agua perdida. Peso a ello la tasa de desmonte en las sierras, de -3,13 % anual, es mayor que el desmonte en bosques de llanura (-2,75% anual). Resulta irónico que tras décadas de incapacidad gubernamental para evitarlos desmontes sea el propio gobierno quien los aliente. Por acción y omisión están condenando a muerte las futuras generaciones de cordobeses”, sostuvo Montenegro.

Los desmontes deben prohibirse por cinco años.

El Dr. Raúl Montenegro solicitó al gobierno de Córdoba que “deje sin efecto el acuerdo que habilita los desmontes para ganadería”, y que por decreto del Poder Ejecutivo o por ley de la Legislatura “se prohíban los desmontes por cinco años”. Agregó que la Legislatura “también debería revisar las penalidades por desmonte, y volverlas más severas. Quienes destruyen bosques nativos en una provincia ambientalmente desmantelada son responsables de que las futuras generaciones de cordobeses no tengan agua”.

Montenegro indicó que “la actual crisis del agua en varias localidades de las Sierras Chicas, que por primera vez restringen el consumo de agua potable, es una muestra de lo que sucederá en el futuro. Pero en lugar de proteger lo poco, que queda de bosques, el gobierno de José Manuel de la Sota prefirió habilitar más desmontes. Y lo hizo asociándose a las mismas corporaciones agropecuarias que vienen desmontando desde hace años. No es casual que las Universidades y las organizaciones ambientalistas fueran deliberadamente excluidas de las consultas. Los desmontes están nuevamente habilitados en una provincia donde solo queda el 12,5% de la superficie boscosa original. Esto es una aberración. El acuerdo debe ser anulado, y el desmonte prohibido por cinco años”.

Fuente: http://www.funam.org.ar/desmonte.htm

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