En vigor desde 1996, la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD) es el principal instrumento internacional para contrarrestar lo que se define como “una amenaza para el desarrollo sostenible”.
Suiza, que se ha adherido a la Convención, destina cerca de 50 millones de francos al año a la lucha contra la desertificación. La Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE) administra unos 70 proyectos en el mundo. En Mongolia, por ejemplo, apoya la creación de cooperativas de pastores para gestionar de modo sostenible las zonas de pastar.
Árboles en el desierto
La iniciativa africana Gran muralla verde prevé plantar antes del 2025 una barrera de árboles de 15 kilómetros de ancho y cerca de 7.100 km de largo, que se extienda de Senegal a Yibuti, para frenar la progresión del desierto. Esto debe contribuir a mejorar el nivel de vida de la población e interrumpir el éxodo de refugiados climáticos. Once países participan: Senegal, Mauritania, Burkina Faso, Malí, Nigeria, Níger, Chad, Sudán, Eritrea, Etiopía y Yibuti.
Senegal es uno de los más comprometidos: ya ha sembrado 12 millones de árboles.
Iniciativas similares han sido puestas en marcha en países como China, Brasil, Rusia, India y Australia.
Senegal es uno de los más comprometidos: ya ha sembrado 12 millones de árboles.
Iniciativas similares han sido puestas en marcha en países como China, Brasil, Rusia, India y Australia.
http://www.swissinfo.ch/spa/noticias/politica_suiza/Mal_del_agro_que_amenaza_clima_y_seres_vivos.html?link=tdj&cid=36160462
No hay comentarios:
Publicar un comentario